jueves, 20 de marzo de 2014

LA HIPOCRESÍA DE LA DERECHA PRIVILEGIADA DE COLOMBIA.

Por:  Arturo Carlos Muskus Velez




" A Dios y la Virgen  rezando pero de noche y tras bambalinas amanece entrepiernado con bellas prostitutas de alto costo en los moteles de las afueras de Bogotá.

No hay que ser resentido social, comunista, ni mucho menos terrorista, para dilucidar que en Colombia no hay garantías para el que piensa diferente. La derecha burguesa propietaria de gruesos capitales, votos y por supuesto las concesiones, es intocable. Desde los baños saunas el club el Nogal en Bogotá, con un serrucho negocian el futuro de los colombianos. "Si no matan destituyen". En Colombia hubo un gran Complot para tumbar a Gustavo Petro Urrego de alguna forma, cuyo director es el Procurador Alejandro Ordoñez, un hombre de talante moralista e hipócrita que hace honor a la sociedad de hoy. Me gustaría que este acto de infamia  le costara la reelección a Juan Manuel Santos, otro de estos exponentes; allá los bobos de la FARC, que están pactando con un presidente sin palabras, de fácil manipulación, pelele del capital y de los caciques políticos. Las FARC saben que tienen a Santos agarrado por el inmundo pescuezo, pues su caballo de combate es la paz de Colombia, pero si se paran de la mesa en la Habana, su máxima estrategia política se caería insoslayablemente.   
 
 Pero esta injusticia contra Gustavo Petro va a provocar una movilización fuerte entorno a el voto en Blanco y la realización de una constituyente. No hay duda que los afectados de los privilegiados de Colombia, aquellos con licencia para consolidarse ilegalmente en el poder que genera el capital y la falsa democracia en Colombia; para comprar los siniestros jueces de la nación, superintendentes de industria y comercio, directores de entidades gubernamentales de control; para postular y remover presidentes de la república, los que contratan bajo la perfección del crimen perfecto a  sicarios todos los días para acallar a todo aquel que se les escapa de su inmenso poder. No hay duda que en Colombia habrá un remesón de las instituciones. Esta cerca, porque el pueblo ha dado muestras de estar cansado; acto ya demostrado por las comunidades campesinas alzadas que demostraron que no hubo fuerza pública capaz de controlarlos y cuando entren a las propiedades de estos privilegiados a tomar lo que le han arrebatado en vida digna, en futuro para su familia, en la consolidación de su trabajo honesto,  se darán cuenta que yo tenía la razón. Simplemente nos cansamos.

domingo, 4 de agosto de 2013

DIALOGOS DE CUBA: UNA ESPERANZA PARA LOGRAR ESA PAZ QUE DESEAMOS LOS COLOMBIANOS.

Por: Arturo Carlos Muskus Velez



Con la muerte del Mono Jojoy se rompen un par de mitos recurrentes y muy afianzados en el inconsciente colectivo colombiano: “las Farc nunca serán derrotadas por la vía armada, y, de ser posible lo anterior, solo Álvaro Uribe era capaz de lograrlo”. Ni lo uno ni lo otro. Desde el año 2004, las Farc vienen padeciendo un ocaso inevitable, con la pérdida de sus más altos mandos: paso a paso se ha ido desmembrando la estructura militar y política de esta narcoguerrila".  

Condensado del comentario de  Abelardo De la Espriella. Dic de 2012

Dr. De la Espriella, permitame felicitarlo. !Qué verdad tan firme la suya¡

Y es así. Esperamos un proceso de paz sin más accidentes, porque no debe haber un colombiano sensato que ante la imposibilidad de exterminar a las FARC y el ELN por 50 años, no desee el cese al fuego aunque nos toque ver a la cúpula de las FARC en el congreso de la república.  Bueno... No hay mucha diferencia entre un comandante guerrillero y un congresista corrupto. El primero nos mata con cuchillo de palo con la marrullería para saquear las arcas públicas y el guerrillero nos mata con bombas quiebra patas y con cilindros de gas. Diferencia?  Muy poca. 

Ojalá no me toque en el futuro ver este comentario y arrepentirme, la verdad, nada tengo de profeta. Pero sí digo con suma seguridad, que las FARC están diezmadas (aunque pueden resistir 100 años más) y agotadas después de 50 años de infructuosa lucha y sin volver comodidad y buen vivir el producto de sus recaudos criminales.  

También saben que sus dividendos del cuido de narcofaenas desaparecerán al poco tiempo por cuanto el mundo ve un poco más cerca la legalización de la droga, ante toda una eternidad de gastos en su control  y poca efectividad en la prevención para su consumo.  Cada día hay más consumidores de droga y por ende crece la demanda de narcóticos en el mundo. 

Así es que el gran gestor de la paz en Colombia (si ello se lograra) fue Hugo Chávez Frías. Quien pudo resistir los ataques del uribismo colombiano, cuando se decía al mundo que protegía los guerrilleros farianos: pudo ser que camufló en su soberanía a los comandantes de las FARC para alinearlos en la paz cuyo proceso en Cuba hoy es nuestra gran esperanza. 

Otro aspecto de análisis para creer que la FARC sí tienen intenciones de entrar a formar parte de nuestra sociedad civil es el evidente malestar por sus capturas y dada de baja de sus comandantes, el revés de la operación Jaque, y  un sinnúmero de tropa exterminada por el ejército colombiano. Claro no hay duda, también han golpeado a nuestras Fuerzas Militares.

Que le respondería al uribismo detractor del proceso de paz?
“No hay proceso de paz que no conlleve con  impunidad.  Precisamente se hace la paz con dolor del alma y con la impotencia de no dar de baja con nuestras manos a quien nos quitó parte de nuestra vida, de nuestra tranquilidad o de nuestro trabajo diario laborioso y honesto. O es que habrá gente tan ilusa que creerá que Timochenko entregará el fusil y él mismo se encerrará en La Picota, sobretodo, con 50 años de estar imbatible en las selvas y montañas de Colombia?” Ojalá Álvaro Uribe Vélez hubiera exterminado a las FARC para que los colombianos no tuviéramos esta disyuntiva de frente que nos torna beligerantes y soberbios.

Buen viento presidente Santos; buena mar presidente, Dios le ayuda para que estos ojos de esperanza puedan ver una patria soñada donde haya paz e igualdad con una democracia firme y estable, haciendo realidad el sueño del libertador Simón Bolívar.